Después de recorrer y apostar,
de resignar y sacrificar,
de comprometer,
de trabajar,
todo terminó.
Camino de vida truncado,
la fase del trabajo,
la recompensa aplazada,
que no alcanzó a llegar.
La próxima vez disfrutaré el camino,
dejaré la obsesión por la meta,
seré potro libre,
no caballo con anteojeras.
Veré el paisaje,
me bajaré en el trayecto,
saldré del auto,
viviré.
Bienvenidos al mundo del REconocimiento

Siembra en el rojo atardecer
sábado, 2 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario