Ardiente rojo amor de hombre,
amor tibio y celeste de niño,
por qué mi pasado bloquea
esta posibilidad de tenerte.
Celestes dudas, tonos de desteñido
a casi brillante, casi,
lento devenir de ideas tibias,
me desespera.
Quisiera contar con el rojo atardecer
con tu rostro soleado
con tu cálido abrazo,
vida.
Stendahl en mi cuarto,
interior desesperado,
negra muerte de ilusiones,
sin oxígeno no hay llama,
el frío me aquieta,
muero,
no me salvas celeste nostalgia,
donde estás rojo amor...
muero.
Bienvenidos al mundo del REconocimiento

Siembra en el rojo atardecer
sábado, 10 de septiembre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)